DOS ESTRELLAS

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DOS ESTRELLAS

 


Despacio se opaca el brillo de los ojos de la abuela.
Son dos brasas que se apagan, dos estrellas que se alejan.
Son dos destellos pequeños de fulgores que antes eran.
Quien siempre miró horizontes, hoy prefiere mirar cerca....
¿Qué le va robando el brillo a los ojos de la abuela?
 
Hay quienes dicen los años.... Otros dicen la pobreza....
Y hay un médico que afirma, que es causa de sus dolencias....
Tan sólo yo sé el secreto del final de las estrellas.
 
Porque fueron dos estrellas las que guardaba la abuela,
en sus pupilas celestes irradiantes de tibieza.
Y brillaban esos ojos cuando su nieto o su nieta,
saltaban hasta sus faldas con caricias de inocencia....
Pero los pichones crecen…, volaron en primavera,
la vida empluma las alas y a otro horizonte se alejan…,
y una lágrima en silencio vino a opacar esa estrella.
 
Después partió don Andrés, su compañero de huella,
para mirar desde el cielo los ojos de su doncella,
después vendieron su casa, su quinta, sus madreselvas,
sus helechos, sus malvones, sus rosas y sus camelias...
Y no habiendo que alumbrar, ¿para qué sirve una estrella?
 
Porque has amado mucho, Dios con un premio te espera…,
por ser doblemente madre, hoy quiero decirte abuela,
que Él te tiene preparado, un jardín con azucenas,
claveles, rosas, helechos, margaritas y verbenas.
Un gato con un gran moño, que tus cordones desteja,
una quinta con frutillas, y un árbol de Nochebuena.
Se que Dios allá en el cielo, tendrá dos nuevas estrellas,
con la gracia y los fulgores, que hay en tus ojos abuela.
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