EL ANGEL DEL SILBATO

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 A Horacio Marcelo Elizondo, ex árbitro de fútbol profesional,
uno de los pocos que se retiró aplaudido de su profesión


Fue un llamado, un destino, un mandato:
¡Impartir en el fútbol la justicia!,
y confiando en su moral y su pericia,
transitó como camino el referato.


Conoció del cruel insulto y el maltrato,
doloroso ya que en su alma no hay malicia,
y tomó al igual que fuera una caricia,
la agresión y el improperio sin recato.


En la dura contienda tu silbato,
fue la ley que controlaba el desacato,
de los hombres de talento y fuerza bruta,


Aunque siempre existe algún desaforado,
que te grita desde atrás del alambrado,
¿qué cobrás pedazo de hijo de mil puta?