LA RAZON DEL SEMBRADOR

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Cuando sale el sembrador, tras la labranza,
un destello en sus ojos se ilumina,
y en su alma sembradora se adivina,
que lo mueve la razón de su esperanza.


En su alforja hay, semillas y confianza,
el cuerpo sobre el surco que se inclina,
y saliendo es su vida que germina,
pues lo mueve la razón de su esperanza.


Derrama amor y gracia en sementera,
pues dar vida es la razón de su pujanza.
La semilla murió y la primavera,


al “Salir a sembrar”, lo hace alabanza.
El milagro de la vida se reitera,
por ser fiel a la razón de su esperanza.